Cuando nos vemos sometidos por episodios de dolor, buscamos con cierta ansia información hasta en los rincones más inhóspitos cuyo manto de rigurosidad queda fuera del alcance de nuestros conocimientos. Tal y como expresó en su cita Jean Cocteau: “No se debe confundir la verdad con la opinión de la mayoría” («yo opino esto», «yo creo lo otro»). Recuerda esto: muchas veces la creencia (believe) lleva implícita la mentira (lie) dentro (frase tomada de Víctor Segarra).
Soy un fiel conservador convencido por el peso de la evidencia a la hora de demostrar con sus múltiples argumentos sólidos “lo más cercano” a la pura realidad. Por ello, cuando adquiero un libro o una revista, lo mínimo que espero a la hora de leer sus contenidos, es que te inspiren confianza y certeza en sus palabras, basada en fuentes fiables, por lo tanto, ligada de la mano de los rigurosos métodos de investigación (al fin y al cabo, el método¹ científico² es el método de investigación por excelencia).
¹Método: procedimiento que se sigue en las ciencias para hallar la verdad y enseñarla.
²Científico: tiene que ver con las exigencias de precisión y objetividad propias de la metodología de las ciencias.
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