POST BASADO EN EL ARTÍCULO ORIGINAL:

AUTORA POST: LUCIA GUERRERO (GRANADA)

MAQUETACIÓN: MANU JIMÉNEZ (A CORUÑA)

Lucia Guerrero – Lcda en CAFyD, Máster Internacional en Prescripción de ejercicio físico en personas con patologías y requerimientos específicos (IICEFS)

La asociación entre OBESIDAD y ENFERMEDAD DISCAL LUMBAR está difícilmente establecida. En la actualidad, dicha relación se atribuye no solo a la sobrecarga axial discal crónica sino a una compleja interacción metabólica entre los adipocitos y macrófagos del tejido adiposo (en especial del tejido graso de localización central-abdominal) que desencadenan una cascada de mediadores proinflamatorios que dañan el disco intervertebral.

Además parece que el riesgo de degeneración discal es mayor en los varones obesos respecto a las mujeres, probablemente por el tipo de distribución grasa del varón, de predominio troncular y periabdominal. Sería esta acumulación preferencial de grasa en la zona abdominal la que provocaría un aumento de secreción de adipocinas proinflamatorias y mediadores metabólicos que producen los cambios inflamatorios crónicos del disco.

“Es decir, la obesidad puede causar dolor lumbar, o la obesidad puede ser una consecuencia del dolor lumbar

La obesidad y el dolor lumbar también podrían mantener condiciones en común que comparten factores de riesgo habituales. Los mecanismos no se conocen, son sensibles a modificaciones, e interfieren en el proceso de recuperación de los tejidos.

“La intervención del profesional del ejercicio físico a través del propio ejercicio físico en la mejora de la composición corporal, función motora, y estabilidad del tronco es primordial”

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