Cualidades positivas:

Con respecto a los múltiples beneficios que nos puede ofrecer el Mindfulness, podemos ver su impacto a nivel preventivo con el objetivo de fomentar el bienestar general (salud física, psíquica y emocional) en la persona, buscando el modo de cuidarnos en mayor medida tanto a nosotros, así como a las personas con las que tratamos, promoviendo de esta manera la empatía y la compasión. Por otro lado, repercute positivamente en diversos trastornos y patologías —tales como obesidad y sobrepeso, desordenes alimentarios, insomnio, conductas disruptivas y prevención bullying, TDA(H) y estrés— (Merino Villeneuve, 2015).

«Dentro del ambiente clínico, el Mindfulness se ha caracterizado por promover la introducción de reducir el estrés o técnica de MBSR, cuyo tratamiento manual se centró en el manejo del dolor crónico»

Kabat-Zinn, 1982; Kabat-Zinn, Lipworth y Burney, 1985; Kabat-Zinn, Lipworth, Burney y Sellers, 1987; citado por Bishop et al., 2004.
Monje budista meditación / Pixabay

Evaluación en el Mindfulness:

Algunos instrumentos de evaluación de Mindfulness son el inventario de conciencia plena de Friburgo (FMI), la escala de conciencia plena de Toronto (TMS) o la (MAAS), la cual puede ser usada sin experiencia en meditación. Enfoques psicoterapéuticos basados en el Mindfulness son la terapia cognitiva basada en la conciencia plena, la terapia de aceptación y compromiso, la reducción de estrés basada en la conciencia plena, la terapia dialéctica conductual y la terapia breve relacional (Pérez & Botella, 2006).